no es que quiera negar la posibilidad de ilusionarse (sería poco realista, todos los comienzos producen ilusión, aunque sólo sea por la novedad que suponen), pero hay que guardarse las espaldas: los que te la metieron una vez pueden tener ganas de más.
de todas formas no hablaré de eso (al fin y al cabo es una cuestión de estados de ánimo), sino de ese fenómeno conocido (o no) como bucle de la credulidad.
veo la televisión y me asombro. los mismos sesudos e implacables sabuesos de la información que ponían en tela de juicio la actitud del gobierno, las mentiras de los ministros y las soterradas conspiraciones mediáticas, se convierten por arte de magia en encantadores perritos falderos, con la lengua fuera y el pelo limpio y brillante por el peedigri pal. y se afanan en argumentar que zp lo hará de escándalo, que las manifestaciones en las sedes del pp fueron "voluntad del pueblo español, sabio y pulcro", y que la democracia, ahora y no antes, está a salvo. vuelve a aparecer la ingenuidad, que se renueva y resurge, como el ave fénix, de sus cenizas.
qué piensan que era aquella cohorte de tipastros que acompañaban a zp? amigos personales? compañeros de la infancia? no, erá su equipo de campaña, personas contratadas por y para la victoria de zp, capaces de tramar cualquier mentira y de inventar los bulos necesarios para vencer: es su trabajo.
y la ser y canal +? que son más objetivos que el resto de cadenas? más profesionales? más amigos de la verdad? no, sencillamente tienen otro jefe (un jefe socialista, en esta ocasión: jesús de polanco). hacen, como antena 3, el abc o la primera, lo que dice el jefe. esta vez lo que decía el jefe era más próximo a la Verdad que lo que decía el jefe de los demás medios. esta vez.
como cuando uno hace una mínima crítica se tiene que justificar o le llueven pedruscos, díré que yo también voté a zp. si digo esto es simplemente porque me resisto a pasar, de la noche a la mañana, de sherlock holmes a
jorge el de gran hermano.