una partida de poker
en el piso de unos amigos, junto a un puñado de desconocidos. dos mesas de cinco jugadores, dos horas para definir a dos finalistas de cada mesa. media hora para la ronda final.
ponemos 5 euros cada uno y los 50 se los lleva el mejor. sencillo y brutal.
comencé perdiendo, aunque en mi mesa había uno con la cruz en la frente. desde el principio jugué sin prisas, sobre seguro. en las partidas largas no hay que hacer locuras y poco a poco fui remontando. media hora después ya habiamos eliminado al de la cruz, y yo pasé a ir el último, aunque sin grandes diferencias. B, uno de los más grandes jugadores de poker que conozco, iba a lo suyo, y el chico de al lado le seguía a pocos euros. parecía que los finalistas estaban claros y que tendría que conformarme con una lucha por la tercera plaza de mi mesa, pero un par de manos buenas me pusieron en el camino del segundo puesto. tras algunos titubeos, el chico que parecía que podía competir con B cayó en picado, y poco antes de terminar la ronda quedó fuera. B, V y yo nos jugamos los puestos de privilegio, y en diez minutos, sin demasiados esfuerzos, con parsimonia, logré adelantar a B y colarme junto a él en la final como primero de mesa.
en la final había que jugar diferente. no valía ir sobre seguro, tenías que farolear o ibas a la caseta rápido. tras una buena primera mano donde me coloqué primero y eliminamos a F, comenzó mi paulatino declive. no supe reciclar y jugué con poco atrevimiento. una última mano a la desesperada me dejó fuera. E y B tenían el bote en sus manos, y B no defraudó.
esto y más ha sucedido esta noche. B, V, L y yo teniamos un pacto para usar el bote (si lo conseguía uno de nosotros) en una cena conjunta, así que me ha ido tan mal.
ponemos 5 euros cada uno y los 50 se los lleva el mejor. sencillo y brutal.
comencé perdiendo, aunque en mi mesa había uno con la cruz en la frente. desde el principio jugué sin prisas, sobre seguro. en las partidas largas no hay que hacer locuras y poco a poco fui remontando. media hora después ya habiamos eliminado al de la cruz, y yo pasé a ir el último, aunque sin grandes diferencias. B, uno de los más grandes jugadores de poker que conozco, iba a lo suyo, y el chico de al lado le seguía a pocos euros. parecía que los finalistas estaban claros y que tendría que conformarme con una lucha por la tercera plaza de mi mesa, pero un par de manos buenas me pusieron en el camino del segundo puesto. tras algunos titubeos, el chico que parecía que podía competir con B cayó en picado, y poco antes de terminar la ronda quedó fuera. B, V y yo nos jugamos los puestos de privilegio, y en diez minutos, sin demasiados esfuerzos, con parsimonia, logré adelantar a B y colarme junto a él en la final como primero de mesa.
en la final había que jugar diferente. no valía ir sobre seguro, tenías que farolear o ibas a la caseta rápido. tras una buena primera mano donde me coloqué primero y eliminamos a F, comenzó mi paulatino declive. no supe reciclar y jugué con poco atrevimiento. una última mano a la desesperada me dejó fuera. E y B tenían el bote en sus manos, y B no defraudó.
esto y más ha sucedido esta noche. B, V, L y yo teniamos un pacto para usar el bote (si lo conseguía uno de nosotros) en una cena conjunta, así que me ha ido tan mal.
2 comentarios
parapo -
Xabi -
Bueno esa es 1 verdad ke poca gente conocemos.