dos bandas sonoras personales
anoche, sobre las cinco, y harto de dar vueltas en la cama, me puse un disco para ver si me calmaba (con justicia dice céline que cuando uno se pone a dudar de todo es imposible dormir -ni siquiera masturbándose, añade). el disco fue Llueve, de jorge drexler. entre sus canciones, una se me apareció de improvisto trayendo lejanos recuerdos de uno de los momentos más frágiles de mi existencia. en un hotel perdido de milán, bajo torrenciales lluvias que aquel año batirían records de destrucción y muerte, yo sólo podía canturrear:
de Milonga paraguaya
yo miro a mi guitarra,
busco en las grietas del corazón.
Como estaré de solo
que estoy hablándole a una canción
tres años después, también en italia pero en el sur, con el calor y la afixia como compañeros y un ánimo bien distinto, la banda sonora era otra:
de El aire de la calle (los delincuentes)
el aire de la calle a mí me huele a goma fresca,
yo lo asumo, me lo fumo, y me marcho por la cuesta...
de Milonga paraguaya
yo miro a mi guitarra,
busco en las grietas del corazón.
Como estaré de solo
que estoy hablándole a una canción
tres años después, también en italia pero en el sur, con el calor y la afixia como compañeros y un ánimo bien distinto, la banda sonora era otra:
de El aire de la calle (los delincuentes)
el aire de la calle a mí me huele a goma fresca,
yo lo asumo, me lo fumo, y me marcho por la cuesta...
2 comentarios
chencho -
la niña de la capucha -