La cantante calva
hace cuatro años, creo, pude ver una representación de La cantante calva, obra mítica de eugène ionesco y verdadero referente del teatro del absurdo. fue una revelación, después de verla me lei casi todo ionesco y cosas de beckett y jarry. reconozco que escrito no tiene tanta gracia, pero cuando vi a aquel tipo diciendo estas cosas juro que me volví loco de risa (ante el asombro del resto de teatro, que rieron, pero no tanto).
de La cantante calva
SR. SMITH:
Yo, a mi vez, voy a contarles una: "La serpiente y la zorra". Una vez una serpiente se acercó a una zorra y le dijo: "Me parece que te conozco". La zorra le contestó: "Yo también". "Entonces dijo la serpiente dame dinero." "Una zorra no da dinero", respondió el astuto animal que, para escaparse, saltó a un valle profundo lleno de fresas y de miel de gallina. La serpiente le esperaba allí y reía con una risa mefistofélica. La zorra sacó su cuchillo y le gritó: "¡Voy a enseñarte a vivir!". Y huyó, dándole la espalda. No tuvo suerte. La serpiente fue más rápida, asestó a la zorra un puñetazo en plena frente, que se rompió en mil pedazos, mientras gritaba: "¡No! ¡No! ¡Cuatro veces no! ¡Yo no soy tu hija!".
SRA. MARTIN:
Es interesante.
SRA. SMITH:
No está mal.
SR. MARTIN (estrecha la mano al SR. SMITH.):
Le felicito.
EL BOMBERO (celoso):
No es gran cosa. Además, yo la conocía.
SR. SMITH:
Es terrible.
SRA. SMITH:
Pero eso no sucedió en realidad.
SRA. MARTIN:
Sí, por desgracia.
de La cantante calva
SR. SMITH:
Yo, a mi vez, voy a contarles una: "La serpiente y la zorra". Una vez una serpiente se acercó a una zorra y le dijo: "Me parece que te conozco". La zorra le contestó: "Yo también". "Entonces dijo la serpiente dame dinero." "Una zorra no da dinero", respondió el astuto animal que, para escaparse, saltó a un valle profundo lleno de fresas y de miel de gallina. La serpiente le esperaba allí y reía con una risa mefistofélica. La zorra sacó su cuchillo y le gritó: "¡Voy a enseñarte a vivir!". Y huyó, dándole la espalda. No tuvo suerte. La serpiente fue más rápida, asestó a la zorra un puñetazo en plena frente, que se rompió en mil pedazos, mientras gritaba: "¡No! ¡No! ¡Cuatro veces no! ¡Yo no soy tu hija!".
SRA. MARTIN:
Es interesante.
SRA. SMITH:
No está mal.
SR. MARTIN (estrecha la mano al SR. SMITH.):
Le felicito.
EL BOMBERO (celoso):
No es gran cosa. Además, yo la conocía.
SR. SMITH:
Es terrible.
SRA. SMITH:
Pero eso no sucedió en realidad.
SRA. MARTIN:
Sí, por desgracia.
2 comentarios
chencho -
Airen -