odiarse
Odiarse
el amor propio es cosa fácil: como brota del instinto de conservación, incluso los animales lo conocerían si estuviesen un poquitín pervertidos. lo que ya es más difícil, y en lo cual sólo sobresale el hombre, es en odiarse a sí mismo. tras haber causado su expulsión del paraíso, hizo lo que pudo para aumentar la separación que le distancia del mundo, para mantenerse despierto entre los instantes, en el vacío que se intercala entre ellos. la conciencia emerge de él y en él hay que buscar el punto de partida del fenómeno humano. me odio: soy un hombre; me odio absolutamente: soy absolutamente hombre. ser consciente es estar dividido uno mismo y odiarse. este odio zapa nuestras mismas raíces, al mismo tiempo que proporciona savia al árbol de la ciencia.
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Pol -
Xabi -
Xabi
chencho -
parapo -
Lucky intenta zafarse mientras la puerta le aprisiona -