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apuntes del natural

introducción para una crónica fragmentaria de mi viaje a bcn

en la búsqueda de lo nutritivo, de lo importante, el camino a elegir no es tan esencial como la predisposición que se tome, la actitud. ya sea a través de la noche y el alcohol, como los falsos vitalistas, o de la letra, como los sabios amaestrados, reducirse a un único camino, obviar los otros por motivos de creencias o prestigios, significa simplemente eso: reducir sin más.

la realidad es que en cualquier momento, en el más inesperado con la persona menos proclive, en el tiempo más insensato, o en un libro olvidado por los maestros, o en un poema escrito por un "necio", se puede encontrar resquicios de verdad (no hago más que glosar algo de lo que ya hemos hablado, no es cierto? las introducciones son así ;).

el viaje, como momento incierto por excelencia, per se complicado, es por lo general un buen caldo de cultivo para el hallazgo de esos momentos de verdad (aunque por todos es sabido que se puede cruzar un pais son conseguir más que cansancio y hambre, todos lo hicimos en alguna ocasión; no hay camino sin error). si un viaje debe valorarse según el número o nivel de estos momentos de realidad, de crecimiento, no dudo entonces de la importancia que, dentro de sus límites temporales, han tenido estos días en barcelona. y a eso ni las debacles económicas más chocantes, ni los trayectos en tren más infames pueden hacerle sombra. es más, la experiencia vital sepulta las catástrofes hasta hacerlas anécdotas, datos, cifras...

5 comentarios

parapo -

esperad, esperad... :P

María en prosa -

ésto son los viajes al fin y al cabo, prólogos de historias pequeñas...

chaland -

Esperemos pacientemente el precioso néctar que destilan las catástrofes.

(Herodoto)

Duquena -

Indecente... bonita palabra. Yo también espero el relato de sus aventuras, pero la introducción ya promete.

Gru -

Jo, yo esperaba que nos contases algo indecente, por lo menos.

Me alegro de verte de nuevo por aquí. ;-)